lunes, 13 de diciembre de 2010

CUENTO EL ABUELO Y YO

Texto narrativo
Técnica: yoga (estrategia de relajación)


EL ABUELO y YO

Un día decidí acompañar a mi tía Rosabel en un viaje a su tierra natal, un pueblito de Choros que está en la provincia de Cutervo, departamento de Cajamarca, ella piloteaba su helicóptero muy bien y mi mamá me dio permiso, subimos con mi hermana Ángela y mi abuelito Abelardo, mí tía Rosa al volante y nos perdimos en las alturas donde solo veía nubes copiosas, luego al acercarse al lugar se apreciaba un cielo despejado, el sol radiante y lo que más me llamó la atención fue el río marañón.

Cuando llegamos al pueblo aterrizó el helicóptero en la pampa de fútbol, allí todos se acercaban asombrados, al ver a mi tía Rosa la saludaban y mientras mi hermana y mi tía bajaban las maletas me pasé al volante, presioné un botón y comencé a volar ¡Qué fantástico! ¡Qué emocionante! No tenía miedo, el helicóptero se iba por donde yo quería entonces fui al río Marañon,, de repente vi. a mi tía y a mi hermana que corrían y gritaban, se ponían de rodillas y la gente detrás ; fue entonces que decidí regresar a la pampa de fútbol y aterricé como un picaflor , pero no conocía la casa ,pero mi abuelo si él vive allí, le di su bastón y le pedí que bajara, me dio la mano preguntando por mi hermana y su hija yo le dije muy tranquilo que se habían adelantado en una mototaxi con las maletas entonces dijo nosotros también tomemos otra hijo, mi abuelo y Yo nos subimos y llegamos lo más rápido encontrándonos con mi hermana y mi tía que llegaban sacando la lengua de calor y de angustia por nosotros todos nos abrazamos y lloramos de alegría porque sólo fue una travesura mía.

En ese pueblito pequeño pero maravilloso pasé ocho días inolvidables monté en caballos de verdad que galopaban de la casa a la finca o a la inverna, que nos llevaban al río; tomé leche fresca de vaca ,me bañé en el río marañón, comí carne majada con yucas, cuy frito con papas, pescado del río con yucas ,y el shurumbo de plátano, si les cuento no me creen las frutas se cogen de la planta que ricas ciruelas y los sabrosos mangos, las naranjas jugosas, los sapotes dulcísimos; solo hay que trepar pero los muchachos del pueblo saben hacerlo de maravilla parecen monos se suben al coco guayaquil que tiene doce a quince metros de altura para sacar la gaseosa natural.

Pero como todo tiene un final volví a Lima y mi abuelo se quedó en su calurosa tierra pero llena de vegetación, con una riqueza natural que no se compara con ninguna mansión artificial en Lima.- Añorando regresar algún día le conté a mi madre quien me esperaba ansiosa para continuar estudiando y Yo le dije que quiero ser piloto


AUTORA: María Rosabel Cigüeñas Linares
LIMA, 10 de junio del 2009

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